jueves, 1 de diciembre de 2016

El general (r) no tendrá quien le escriba

Miembros de la escolta de Luis Carlos Galán Sarmiento se protegen en las
escaleras e intentan defender a su protegido. / Foto: archivo de prensa.

Por RÓBINSON OSPINA BUITRAGO
➤ Redactor de CIUDAD PAZ

La ponencia del magistrado Fernando Alberto Castro Caballero de la sala de Casación Penal de la Corte Suprema de Justicia dejó claro que el general (r) Miguel Alfredo Maza Márquez, quien ahora afirma que “lo están matando en vida”, fue clave en el magnicidio de Luis Carlos Galán Sarmiento. Razón por la cual le condenan a pasar el resto de su vida encerrado.
Pasaron 27 años para que la justicia condenara a 30 años de prisión al general (r) Maza Márquez, acusado por la Fiscalía Quinta delegada ante la Corte Suprema de Justicia, como coautor de los delitos de homicidio con fines terrorista de Luis Carlos Galán Sarmiento, Julio Cesar Peñalosa Sánchez, Santiago Cuervo Giménez y Pedro Nel Angulo Bonilla, este último en el grado de tentativa y concierto para delinquir.

El 23 de noviembre, la corte Suprema de Justicia dictó la sentencia condenatoria y explicó paso a paso como se dieron los hechos:
En 267 páginas, el alto tribunal recordó como para los años 1988 y 1989 el grupo armado ilegal denominado ‘Autodefensas del Magdalena Medio’ –comandado por Henry de Jesús Pérez Duran– delinquía en esa zona del país.

Se pudo probar que en ese contexto, “Pérez Duran se vinculó con las mafias del narcotráfico a través de Gonzalo Rodríguez Gacha, alias ‘el mexicano’, propietario de grandes extensiones en la misma zona geográfica, quien se convirtió en su gran financiador, obteniendo a cambio, seguridad para producir estupefacientes en la región”.
Para esa época, Henry de Jesús Pérez Duran era aliado incondicional de Gonzalo Rodríguez Gacha, mientras este último era socio de Pablo Emilio Escobar Gaviria, jefe del cartel de Medellín.

De otra parte, para los mismos años, había adquirido especial fuerza política el movimiento Nuevo Liberalismo, cuyo líder era Luis Carlos Galán Sarmiento, para entonces senador y aspirante a la Presidencia de la República. Desde el principio de su carrera política Galán asumió como propia la guerra contra el narcotráfico.

En esa lucha, anunció que extraditaría a los narcotraficantes a Estados Unidos, lo que provocó la furia de Escobar, quien ordenó asesinarlo. La banda de sicarios ´Los Priscos´, lo intentaron en Medellín, pero no pudieron apagar la vida del líder.

Igualmente, con el fin de debilitar a Maza Márquez, fueron cinco los atentados que Escobar ordenó en su contra, incluido el del bus bomba que mató a 52 personas y que destruyó la sede del DAS en Bogotá.

‘LAS AUTODEFENSAS’
Ante la dificultad que entrañaba llevar a cabo otro atentado en Medellín por la alerta de las autoridades, Escobar le pidió a Rodríguez Gacha efectuar el atentado y éste acudió a las ‘Autodefensa del Magdalena Medio’ comandadas por Henry de Jesús Pérez Durán, quien para materializarlo escogió de entre sus filas a Jaime Eduardo Rueda Rocha, por su destreza en este tipo de crímenes.

En ese entonces, el general (r) Maza Márquez era el director del desaparecido Departamento Administrativo de Seguridad (DAS), organismo que tenía a cargo la seguridad del candidato presidencial.

Aseguró la Corte que: “En esa condición y dada además su cercana relación, con el paramilitar Pérez Durán, asumió participar en el magnicidio. Su contribución consistió en debilitar la protección del doctor Galán Sarmiento. Maza Márquez, logró ese cometido nombrando como jefe de seguridad del político a Jacobo Alfonso Torregrosa Melo, una persona recién vinculada al equipo de seguridad, sin ninguna experiencia”.

 El cambio de escoltas no fue bien recibido por Luis Carlos Galán, ni por su familia y menos por el círculo de colaboradores cercanos. Pese a esto, Maza Márquez mantuvo en esa posición estratégica a Torregrosa Melo, avalándolo como un hombre de su entera confianza.

Dicen los testimonios recogidos, que Torregrosa Melo asumió desde su llegada una actitud hostil frente a los miembros más antiguos de la escolta y de mayor confianza del protegido, procurando la salida de algunos de ellos.

El 18 de agosto de 1989, fecha en la cual Galán sarmiento estaría en un acto público en Soacha, Cundinamarca, fue escogido como día para adelantar el plan criminal.

La Corte Suprema de Justicia conceptuó que Torregrosa hizo, ese día, todo lo que no tenía que hacer. “Torregrosa, ese día, adoptó un comportamiento, claramente contrario a sus deberes y facilitó la realización del propósito”.

En la mañana de ese 18 de agosto, el coronel Valdemar Franklin Quintero, de la Policía Nacional, el mismo oficial que dos semanas antes había frustrado el atentado en Medellín, fue asesinado en esa Ciudad.

Según la Corte Suprema, Torregrosa no extremó las medidas de seguridad de su protegido. “Disminuyó la escolta enviando algunas unidades a otro destino, no hizo las coordinaciones necesarias para que la fuerza pública tomara control del a plaza de Soacha antes de la manifestación, no impartió instrucción alguna a los miembros del esquema y tampoco hizo la avanzada de rigor para cerciorarse de que existían las condiciones de seguridad adecuadas”.

Pese a ello, antes de que el candidato y sus acompañantes salieran para el sitio, les hizo saber que ‘la seguridad en Soacha estaba debidamente organizada’.

Una vez en la Plaza, cuando apenas el candidato presidencial subía a la tarima, Jaime Eduardo Rueda Rocha le disparó repetidamente causándole heridas que causaron el fallecimiento del candidato presidencial. En el mismo ataque murieron Julio Cesar Peñaloza Sánchez, concejal de Soacha; Santiago Cuervo Jiménez, escolta de Galán y servidor del DAS. El también escolta Pedro Nel Angulo Bonilla sobrevivió a las lesiones recibidas.
Mientras se perpetraba el ataque, la Corte Suprema conceptuó que Jacobo Alfonzo Torregrosa no estuvo al lado de su protegido, no se apersonó de la situación en aras de brindarle la atención médica inmediata y “fue sorprendido cuando desde un teléfono público instalado en el hospital a donde había sido llevado el doctor Galán le reportaba lo sucedido a un desconocido, quien le preguntaba si el dirigente político estaba muerto”, reza la sentencia.

El general (r) Maza Márquez anunció que acudirá a instancias internacionales para oponerse a lo que llamó “un fallo político”. Asegura, además, que nunca conoció al paramilitar Henry Pérez Durán. “Por el contrario los paramilitares del Magdalena Medio ofrecían 500 millones de pesos a quien me asesinara ¿Cómo creen que yo iba a ser amigo del que estaba ofreciendo dinero para matarme?”, ha cuestionado Maza, quien aseveró que fue el propio Galán quien pidió los cambios en su esquema de seguridad. Adicionalmente, ha negado haber conocido a Torregrosa, de cuyo nombramiento, supuestamente, no había tenido que ver.

“Yo sobreviví a cinco atentados, pero este es el peor de todos, porque este es un atentado contra mi honra, contra mi salud. Me están matando en vida”.

Torregrosa, salió del DAS meses después del crimen. Otros dos condenados son el ex senador Alberto Santofimio Botero y Jhon Jairo Velásquez Vásquez, ‘Popeye’, el jefe de sicarios de Pablo Escobar.

La Fiscalía Instructora profirió detención preventiva el 20 de noviembre del 2013 al acusado Maza Márquez, quedando desde entonces bajo jurisdicción de la Corte Suprema, una vez quedó en firme la resolución acusatoria el 25 de julio del 2014.

Hoy es poco o nada lo que puede evitar que Maza Márquez pase el resto de sus días en la cárcel. Expertos aseguran que sus posibilidades están en la Justicia Internacional y ante la Corte Constitucional mediante una tutela, pero no son muy optimistas frente al destino del ex funcionario.

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